El Dr. Edward Bach no ha podido ampliar ni perfeccionar su obra. Quien sí lo hizo y sigue haciéndolo es Dietmar Krämer, un sanador alemán. Con sus vastos conocimientos, ha profundizado en el método curativo del Dr. Bach. Ha desarrollado un método en el que es posible pelar los problemas capa por capa hasta llegar al problema subyacente más profundo. Lo siguiente ya da una parte de cómo las nuevas terapias de Dietmar Krämer conectan con el trabajo original del Dr. med. Bach.
Hay muchas respuestas posibles a esta pregunta. Para una situación aguda puede, por ejemplo, poner 2 gotas de Nogal en un vaso de agua y tomar pequeños sorbos. Con eso se consiguen resultados en tal caso. Si, por el contrario, se trata de un problema que viene de lejos, hay que conocer, por supuesto, muchos más detalles para poder determinar qué remedios son adecuados para esa persona.
La Fig. 1 representa un balancín en equilibrio. Con ello indicamos el equilibrio que nos simboliza en nuestro estado natural. Este equilibrio nos permite absorber adecuadamente todas las lecciones y experiencias que se nos presentan a lo largo de la vida. Al capear con éxito estas situaciones, podemos seguir desarrollándonos. Sin embargo, no todos logramos cumplir todos nuestros deberes sin que alguna lucha o desviación nos frene o nos despiste.
La Fig. 2 muestra a una persona muy cualificada que disfruta con su trabajo. Cierto día, tiene la sensación de que su trabajo se convertirá en una carga más pesada para él de lo que se ha dado cuenta. En esta fase, todavía no se trata de un problema firmemente arraigado. Es necesario un ligero ajuste para restablecer el equilibrio. Sin embargo, si no hace nada por recuperar el equilibrio, la sensación de quedarse corto se irá apoderando de él. Entonces se produce un efecto de bola de nieve: pasa, por ejemplo, a dudar de su propia capacidad, mientras que antes estaba lleno de confianza. Esto puede conducir a todo tipo de estados de ánimo negativos.
Fig. 3. Si este deslizamiento continúa, acabará por descubrir, tras un período de entre uno y veinte años, que ha perdido completamente el equilibrio. (Fig. 4). Desde entonces, su problema ha arraigado tan firmemente que está muy agobiado por tensiones, preocupaciones y temores. Esto se refleja en el hecho de que se derrumba físicamente. Dependiendo de cuál sea físicamente su punto débil, su sensación de malestar se verá exacerbada por la aparición de problemas estomacales, respiratorios, etc. Si tiene la suerte de encontrarse en tan buenas condiciones que no se produzcan este tipo de dolencias, probablemente se derrumbe mentalmente (posición D).
FIG. 4 Conclusión: El tiempo que tardan las esencias en tener un efecto positivo depende de la posición en la que se encuentre la persona en cuestión en el balancín. Estará claro que si usted va a manejar la posición A, nada cambiará en el equilibrio del balancín. Esa es precisamente la respuesta si se trabaja con esencias según las nuevas terapias de Dietmar Krämer.